Braulio Ortiz Poole, periodista, escritor y poeta sevillano, dedica unas hermosísimas palabras a ‘Sonetos para el fin del mundo conocido’ en su columna semanal del Diario de Sevilla.

«Solemos pensar que las redes sociales son el demonio -y a veces con motivo, que la cerrazón y la inquina de algunos comentarios no resultan precisamente alentadoras-, pero inventos como Facebook, Twitter o Instagram nos han abierto también ventanas. Ventanas a las vidas de otra gente con la que aún no te has tomado una cerveza o un café, pero que ya incluyes en el listado de tus amigos.

Me ocurre eso, por ejemplo, con dos poetas con los que no he podido coincidir personalmente y a los que siento afines, Diego Medina Poveda y Javier Gilabert. Los dos planearon durante el confinamiento un proyecto precioso: empezaron a intercambiarse poemas en los que volcaban sus impresiones y anhelos, en un tiempo insólito y lleno de incertidumbres como este, en el que «alguien ha escrito el signo de esta historia / con puntos suspensivos». Uno escribía desde Nantes y el otro desde Granada, pero ambos se acompañaron en el enclaustramiento y dejaron que sus versos se impregnaran de humor y de esperanza. «Pero elegiste no ceder, vivir, / y como el árbol busca el cielo, tratas / de mantenerte erguido pese al lodo», dicen en uno de los textos que crearon conjuntamente. El libro surgido de aquella experiencia, Sonetos para el fin del mundo conocido, que ha publicado la editorial Esdrújula, destinará los fondos recaudados con la venta a Médicos del Mundo, un homenaje a los profesionales y voluntarios que trabajan por nuestra salud y cuya importancia ha puesto de manifiesto la pandemia.» (Continúa leyendo).