Ayer tarde PoeAmario cerró, en cierto modo, un ciclo y lo hizo de la mejor de las maneras posibles: en la 37ª edición de la Feria del Libro de Granada, nada menos que en la sala Zaida (Caja Rural).

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Con la sala prácticamente llena, lo que no está nada mal para un martes en el que además la presentación se solapaba con varias actividades programadas para ese día en la FLG, tuve la inmensa suerte de estar acompañado en la mesa por Alicia Choín, mi amiga, a la que yo llamo «la comadrona» de PoeAmario, pues fue ella la primera poeta que vio el borrador y quien me dio el empujoncito que necesitaba para meterme en semejante lío, y mi buen amigo David Lenguasco, ex Director del Ave María Albolote y compañero, con quien comencé mi periplo como maestro hace ya 20 años precisamente en ese centro.

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Ambos me dirigieron hermosísimas (tanto como inmerecidas) palabras, de entre las que destaco la cita del Libro VIII de ‘El maestro mirando hacia dentro’ del fundador de nuestras escuelas, D. Andrés Manjón, que dice que «El maestro es obra de la caridad y la escuela es obra del amor, por lo que el maestro sin amor ni es maestro ni vale para serlo» «El maestro que sabe amar es caritativo y educado, y sensible, y urbano, y animado de buen espíritu», la cual relacionó con mi persona diciendo que «no hay nada de este perfil de maestro ideal que Javi no cumpla, incluso cuando Manjón habla del ‘maestro urbano'». Esa comparación (exagerada es quedarse cortos) para un maestro avemariano como yo es sin duda alguna motivo de gran orgullo.

Firma feria libro

Foto: Fernando Choín

El acto se cerró con la lectura de algunos poemas por mi parte y tras el mismo llegó la hora de firmar en la Caseta de Firmas. Para alguien como yo que acaba de llegar a este mundo literario, qué queréis que os diga, supone también un hito. Así pues, lo disfruté. Tuve la suerte de firmar algunos ejemplares y para colmo pasó por allí Andrés López (Niños Mutantes), del que soy muy fan y quien charló conmigo un rato y se llevó su PoeAmario. Broche de oro para el broche de oro -y mil gracias, Andrés-.

Con Andres Mutante PoeAmario

Se cierra de este modo un ciclo ilusionante, que ha cambiado mi vida porque me ha hecho mejor, porque me ha permitido conocer gente increíble a la que en tan poco tiempo ya considero que son amigos, personas interesantísimas que probablemente acabarán siéndolo, porque cientos de personas me han apoyado y se han sumado a esta causa y porque es una satisfacción personal haber conseguido vender más de 750 ejemplares de un libro de poesía (los que entienden saben de lo complicado del asunto) y recaudar así 3.000 euros para el Fondo Solidario Avemariano, es decir, #porlosniños.

Gracias. De corazón.