«MARÍA DOMÍNGUEZ DEL CASTILLO: «SE ESCRIBE TANTO, SE HA ESCRITO TANTO, Y NADA IMPORTA REALMENTE»
Cuando se podían hacer actos con público, Fernando Jaén, mi compadre de Entre2vistas, y un servidor compartimos escenario en la mítica Tertulia de Granada con una poeta muy joven en un acto que bajo el título ‘Poemas de amor… o no’ tuvo lugar el mismísimo Día de San Valentín de 2019. Desde entonces, María Domínguez del Castillo —que era aquella chica— ha seguido creciendo, cosechando éxitos (como el Villa de Peligros en su XXXV edición, o más recientemente el Premio Nacional de Poesía Joven ‘Félix Grande’) y convirtiéndose en la gran poeta que ya aquel día auguramos que sería. Hoy tengo la suerte de que pase por nuestra Prensa con ‘El polvo de las urnas’.
Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?
María Domínguez del Castillo: El ahora ha sido fruto del azar y de esos designios inescrutables del mundo de los premios literarios. Hacía mucho que había cerrado el libro y lo daba por impublicable después de mandarlo a algún otro premio. Me cansa la dinámica de los premios, los juegos del canon, este extraño mecano de las publicaciones. Por otro lado, se alejaba bastante (formalmente, supongo) de lo que entonces (cuando recibí la llamada de uno de los miembros del jurado) estaba escribiendo. Aunque es cierto que el tiempo de este libro es siempre el ahora. El yo, el otro, la ficción y el tiempo. Todo lo que siempre ocupa, está ocupando el ahora, que es lo único que existe.» (Continúa leyendo)