14.01.21.- En el segundo «prensado» del año charlo con mi querido amigo Gerardo Rodríguez Salas sobre su debut poético, el magnífico Anacronía (2020), editado también por Valparaíso Ediciones y que ha resultado finalista del Premio Andalucía de la Crítica en la modalidad de poesía.
«GERARDO RODRÍGUEZ SALAS: «HE NECESITADO CASI 20 AÑOS PARA ENCAJAR EL DOLOR»
En esta segunda entrega de ‘Prensado en frío’ tenemos con nosotros al escritor Gerardo Rodríguez Salas. Después del incontestable éxito de su libro de relatos ‘Hijas de un sueño’, en esta ocasión charlamos con motivo de la publicación de su primer poemario, ‘Anacronía’ (Valparaíso, 2020), que supone su ‘puesta de largo’ en el género lírico. Un libro que, sin duda, dará mucho de qué hablar.
Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?
Gerardo Rodríguez Salas: Anacronía es un viaje lírico a la pérdida y la reparación tras la muerte de mi hermano en un accidente de moto en octubre de 2001. He necesitado casi 20 años para encajar el dolor, para filtrar a través de la poesía el desbordamiento de sentimientos poderosos, que diría Wordsworth, desde el reposo y la distancia. Por eso este libro nace aquí y ahora, aunque se engendró, sin yo saberlo, un día de octubre de sol radiante sobre el asfalto de una carretera. A este proceso natural de gestación poética se añaden las circunstancias. Cuando la editorial Valparaíso me informó de que el libro se publicaría en noviembre de 2020, en pleno apogeo de la segunda ola de esta terrible pandemia, al principio pensé que era posiblemente el peor momento, pero ahora entiendo que el mensaje de mi libro dialoga con la situación actual. Yo no pude despedirme de mi hermano; tras el accidente, quedó en coma y murió esa misma tarde. Esa impotencia, unida al dolor de la pérdida, la habrán sentido todas las personas que están perdiendo familiares por el coronavirus sin poder despedirse de ellos en los hospitales. Siento que este libro, aquí y ahora, puede servir de catarsis ante pérdidas que no logramos entender, pero tampoco queremos olvidar. Estos versos se nutren de mi pérdida personal pero también la transcienden para intentar arrojar luz a través de la poesía.» (Continúa leyendo).