BEGOÑA CALLEJÓN: «TENEMOS LA NECESIDAD DE ESCUCHAR QUÉ HAY DE ANIMAL DENTRO DE NOSOTROS»

Begoña Callejón (Almería, 1976), licenciada en Psicología, trabaja como psicóloga sanitaria en Granada. Poeta, narradora, ensayista y autora de cuentos infantiles. Algunos de sus poemas han sido traducidos al griego, inglés, rumano, esloveno y sueco. Ha sido editora de Fin de Viaje Ediciones y ha impartido talleres literarios en distintas escuelas. Recibe la Beca Millenium en 2010 para la creación artística en la residencia Alcalá del Júcar (Albacete) e igualmente, recibe la beca literaria de la UNESCO en 2018 para Óbidos (Portugal).

Ha publicado los libros de poemas Suicidio de libélulas (2006), Extraña claridad (2007), Palabras para un cuerpo de ceniza con el 1º Premio Frances Bru (2007), Las putas toman sushi (2009), Cenicienta en sangre (2010), Locos de Altar, junto a Leopoldo María Panero y Rubén Martín (2010), La camada feroz (2012), Los pájaros dibujaban en mis ojos (2012), Cuando llegan las abejas (2012), El hospital de las muñecas (2015) y Horas hermosas para teñirlas de rojo (2015). Sus poemas han sido incluidos en multitud de antologías.

Publica el relato ilustrado para adultos, Faula, la hora del vacío (2012), el libro híbrido Hotel Útero (2018), el ensayo Hijas de la melancolía. Mujeres que rompen su jaula (2018) y el libro infantil El robasábados (2019). En la modalidad de relato gana el 1º Premio Carmen de Burgos (1998).

Fábula Material (Bartleby, 2022) acaba de ver la luz y es la excusa perfecta para charlar hoy con ella en nuestra Prensa.

«Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?

Begoña Callejón: Se podría afirmar que ‘Fabula Material’ es una visión poética sobre el destino de la humanidad, una vez que esta ha perdido su comunicación con la naturaleza y se encamina hacia su probable destrucción. He intentado crear un diálogo con seres vegetales, con animales marinos y con insectos, dar forma a un mundo de resonancias apocalípticas que van volviéndose más explícitas a medida que avanzan los poemas en prosa. En el poemario utilizo un ritmo entrecortado y plagado de imágenes casi visionarias, incluso se podría decir oraculares.» […]

La entrevista completa, en este enlace.