ÁNGEL OLGOSO: «TODOS NECESITAMOS EN NUESTRA VIDA UNA GOTA DE LUZ QUE CONTRARRESTE ESA NOCHE QUE TRAE LA MISERIA, LA MEZQUINDAD, EL DOLOR O LA CRUELDAD»

Ángel Olgoso deja tras de sí una colección que supera los 700 relatos y con Devoraluces pone el punto final de su obra entendida como ficción pura. Además, este último volumen nos lo entrega cargado de luz, a modo de celebración de la mera existencia. Lo recibimos en la Prensa como se merece…

Javier Gilabert: ¿Por qué este libro y por qué ahora?

Ángel Olgoso: Devoraluces es, esencialmente, una afirmación vital. Supongo que nació como una defensa lógica contra la fragilidad humana y la fugacidad de todo. Y lo hizo en el momento adecuado y con la compañía adecuada. A cierta edad, resulta inevitable resaltar el ardor efímero de sentirse vivo frente a la amenaza del paso del tiempo, de la muerte o de un mundo con frecuencia oscuro y ruin. Por eso Devoraluces tiene esta dimensión celebratoria, quiere ser un libro benigno, abierto a los sentidos, poético, donde el lenguaje intenta festonear algo hermoso en cada renglón. En una ocasión, el amigo Miguel A. Zapata calificó mi obra como “una nave cargada de estrellas y calaveras”: a medida que estas últimas se van acumulando en el platillo de la realidad, más necesidad de luz hay en el otro platillo de la balanza, el de la creación, para compensar. A estas alturas, uno ya no se puede permitir el lujo de prescindir de los elementos de gratitud y dicha de la existencia, de sus fulguraciones sensuales, de sus misterios incapturables.»

La entrevista completa, en este enlace.